viernes, 8 de agosto de 2008

Sentimiento sublimado.


Y tal como lo hace el viento en las rosas, así temblaba de puro nerviosismo por lo que podía suceder; y ansiaba saberlo, enfrentarlo, vivirlo; pero había algo que liberaba miles de mariposas que ascendían desde el estómago al corazón y que impedían no sentir aquel temblor, aquella vibración; y lo enfrenté y volqué el pesimismo, y descubrí de refilón que la gelidéz de ese día no duraría mucho tiempo…
Y así fue; en medio de abrazos cosechados con delicadeza, y de besos tornasolados por arco iris entre él y yo, sentí que bastaba con enfocar mis energías en lo que se había originado para poder comenzar a almacenar el pasado de una forma más sana y menos tormentosa; todo gracias a la vertiginosa e ineludible confrontación entre lo que la mente niega y lo que el alma exige…
Recuerdo la primera sonrisa, recuerdo la primera mirada y sucede que me quedo con esto archivado en el alma y decida a poner punto aparte a lo que me acongojaba…
Un adiós sin lágrimas y un mucho gusto que se remontan a los recuerdos; un hasta siempre, fuiste importante y un amor que jamás será olvidado; todo esto va sujeto a las alas que hoy me invitan al vuelo, a aquellas manos disímiles que nunca busqué y que me han devuelto a la vida (para ti un hasta pronto y un agradecimiento sincero)…
Me anido al mar junto a las húmedas rocas, un trozo de mi alma encadenado a un nostálgico recuerdo y por otro lado un par de raíces que se extienden más allá del mismo cielo…
Dos sabores inolvidables, dos vivencias opuestas y sesgadas en un mismo corazón.
Ofuscados pensamientos que a pesar de todo, tarde o temprano me mostráis la solución, pues la vida me ha revolcado, el dolor ha penetrado, las alegrías me han extirpado toda pena de antaño; pero aún están aquí, fieles a un alma, fieles a una intersección entre el raciocinio y el sentimentalismo…
En vosotros he confiado siempre, y segura estoy de que la excepción no será esta; estaré muy despierta a la intromisión que harán en mi conciencia…
Entre necesidades y desconfianzas, entre deseos y deberes; aquí estoy, desde aquí observo y aquí también te espero…